22.7.11

10.1. El cerebro humano.

Las dos mitades del cerebro (hemisferios) del ser humano se desarrollan de forma asimétrica respecto a su función. El efecto extremo más visible de esa asimetría es el predominio del uso de una mano sobre la otra.

    Desde hace unos dos siglos, los científicos saben que la función del lenguaje y de las capacidades relacionadas con él se localiza en la mayoría de individuos, principalmente en el hemisferio izquierdo. Y como el habla y el lenguaje son capacidades humanas vitales, los científicos del siglo XIX llamaron hemisferio dominante al izquierdo y subordinado al derecho. La opinión generalizada hasta hace poco tiempo, era que la mitad derecha del cerebro no estaba evolucionado e incluso que pudiera ser un mero vestigio.

    Por esta razón, en nuestro lenguaje tienen connotaciones contrarias la izquierda y la derecha. Además, hay que añadir a esos significados, los conceptos de dualidad de la naturaleza y del pensamiento humanos que han postulado filósofos, profesores y científicos de muchas épocas y culturas diferentes.

    Roger W. Sperry, destacado investigador del Instituto Tecnológico de California, en “Lateral Specialización of Cerebral Function in the Surgically Separated Hemispheres” (1973) afirma que existen:

        “...dos modalidades de pensamiento, verbal y no verbal, representadas respectiva y separadamente por los hemisferios  izquierdo y derecho y que nuestro sistema educativo y la ciencia en general tienden a restar importancia a la modalidad no verbal del intelecto, lo que provoca que la sociedad moderna discrimine el hemisferio derecho”

    La modalidad del hemisferio izquierdo es verbal y analítica mientras que la del derecho es no verbal y global. Este último tiene la misma complejidad de aquel por lo que procesa de un modo rápido, complejo, totalizador, espacial y perceptivoAmbas modalidades, emplean modos cognitivos superiores aunque diferentes que incluyen el pensamiento, el razonamiento y otras actividades mentales complejas. Pero ambas tienden a interferirse por lo que es posible que esto explique la evolución asimétrica del cerebro humano.

    La modalidad  del hemisferio izquierdo analiza, abstrae, cuenta, marca el paso, planea los procedimientos paso a paso, verbaliza y hace afirmaciones racionales de acuerdo a la lógica. Es la modalidad analítica, verbal, calculadora, secuencial, simbólica, lineal y objetiva del conocimiento. También es es la que domina la mayor parte del tiempo en las personas. 


    Pero la mitad derecha también experimenta sensaciones, reacciona con sentimientos y procesa información por su propia cuenta. Es intuitiva subjetiva, relacional, holista e independiente del tiempo y hace saltos de comprensión, imagina, es visual, espacial y globalizadora. Esta modalidad permite dibujar o gesticular para expresar pensamientos o sentimientos. Y es también la modalidad de la mano izquierda que, por lo general, ha sido ignorada por nuestra cultura.

    El hemisferio derecho ve las cosas sencillamente como son, en toda su imponente y fascinante complejidad, en el momento presente. Así procesa la información visual, a partir de la percepción de las formas, que es la manera que uno la necesita para realizar dibujos realistas complejos. Pero no sirve para analizar o abstraer las características sobresalientes.

   El cerebro derecho (el soñador, el artífice, el artista) está perdido en nuestro sistema escolar y se queda en gran parte sin educar. Es posible que se den unas cuantas clases de arte o algún que otro taller pero escasamente existen cursos de imaginación, de visualización, de habilidades perceptivas o espaciales, de creatividad como materia aparte, de intuición o de inventiva.

   En este sentido, el Taller de Diseño Ambiental busca satisfacer esta necesidad educativa aun cuando todavía de manera parcial.

    Avancemos. El predominio en el uso de una u otra mano así como la posición de la mano (encorvado) es el signo externo más visible de cómo esta organizado el cerebro de la persona. Pero también existen otros indicativos como el predominio de un ojo o de un pie.

    Las personas zurdas tienen diferencias importantes respecto a las diestras. Los zurdos tienen una lateralización menor que los diestros. Esto probablemente crea la posibilidad de conflicto o interferencia. Por ejemplo, estadísticamente las personas zurdas son más propensas a tartamudear y a tener problemas de dislexia (dificultad para leer). O bien, como otros autores sugieren, la distribución bilateral podría producir capacidades mentales superiores.

   Ahora bien, el llamado cuerpo calloso es un grueso cable nervioso compuesto por millones de fibras que conecta los dos hemisferios cerebrales permitiendo así la transmisión de la memoria y del aprendizaje. Esta comunicación funde o reconcilia las dos percepciones que hemos descrito, manteniendo así nuestra sensación de ser una persona, un ser unitario. Pero si se corta, las dos mitades cerebrales continúan funcionando independientemente.

    Los dos hemisferios son capaces de trabajar en colaboración de muchas maneras. A veces, cada mitad se encarga con sus capacidades especiales, de aquella parte de la tarea que conviene a su modo peculiar de procesar información. Otras, los hemisferios trabajan por separado, uno de ellos conectado y el otro más o menos desconectado y hasta pueden entrar en conflicto, cuando una mitad intenta hacer una cosa que la otra sabe  que puede hacer mejor. Incluso cabe la posibilidad de que cada hemisferio tenga una forma de ocultarle conocimientos al otro.

 Al respecto te invitamos a pensar lo que se expresa de manera artística acerca del hemisferio izquierdo en el vídeo llamado "Hemisferio dominante".



   Por todo lo anterior conviene incluir y perfeccionar el dibujo en el sistema escolar pues es este una manera eficaz y efectiva de acceder a las funciones del cerebro derecho.

  De manera paralela se posibilitan condiciones que permitan lo que Arthur Koestler en su libro “The  Sleepwalkers” afirma:

            “Todo acto creativo implica (…) una nueva percepción inocente, liberada de la catarata de la creencia  aceptada”

   Para lograr lo anterior se requieren ejercicios cuya naturaleza permitan un cambio mental (hipotético) de la modalidad izquierda a la modalidad derecha. Esto es posible con tareas cuyo control sea asumido rápidamente gracias a la motivación especifica por el hemisferio derecho inhibiendo así el otro lado.

Bibliografía
Edwards,Betty (2003). Nuevo Aprender a Dibujar con el lado derecho del cerebro. México: Urano.